viernes, 11 de diciembre de 2009

Crónicas de un antisocial: Encendido de Navidad


Ha llegado ese periodo de felicidad para muchos y depresión para otros tantos, la Navidad. Como quería enchufarme del crihmahpirit decidí ir a ver el encendido de la navidad del RUM, por primera vez en mis cuatro años y medio en el Colegio. Salgo de mi clase de Humanidades para comenzar a merodear por los puestos de artesanías. Entre collares y pulseras, me encuentro con Bebo, el creador de la marca de ropa más trasera del mundo. Habían gorras, T-shirts, stickers, y polos, las cuales sugerí que le llamaran Kluo Klassic debido a que era el relajo lacostiano que comenzó el negocio. Compro una de las camisas con el nombre en relieve y estoy ahí tocando el kluo que tenía en mi camisa por horas.

Cuando abren los puestos que tenían al lado, fui al ataque. había uno que vendía coquito, piña colada (ambos vígenes, ya que estábamos en el campus), arroz con dulce y tembleque. Me di un vasito de piña colada para comenzar. Me doy una vuelta para ver las artesanías, y otras no tan artesánicas, como los nuevos relojes que venden que son bien grandes y de un solo color (estan lindos, pero tenía un tight budget). Me doy un vasito de coquito (al módico precio de $1) y veo ya que se ha llenado por completo. Como no puedo estar rodeado de tanta gente y ya estaban generando tanta calor, me fui a la biblioteca a coger fresco y usar las compuadoras. Llamo a las amigas a ver donde estaban. Al no estar ahí, entonces seguí vagabundeando invisiblemente y pedí otro coquito, pero de chocolate (mismo color blancusco, con un toque de chocolate Cortés), y me senté fuera del bullicio a que el hielo de mi vaso se derritiese para que rindiera más.

Al regresar por tercera vez fue uno más ameno. Primero, me encuentro en frenta a la mascota Colegial Tarzán X y a Tarzán XI, su hijo. Jugué con los bulldogs y seguí por ahí. Se me había olvidado que iban a dar comida gratis (los boricuas buscamos el cachete donde sea). Verifico lo que hay y eran pinchos (brochetas) de cerdo y pollo. Voy y hago una larga pero rápida fila y me como una de cerdo. Estoy debajo de un palo cuando veo que la gente hace una fila en un lado y en la otra que estan sirviendo lo mismo hay un tumulto. Bien boricua. saludo a dos o tres amistades, meintras consigo otro pincho. Entre la oscuridad me llaman en el cel y me dicen que me van a buscar debido a una emergencia alcoholica. tengo suerte que me llamaran ya que dicipé entre los cacheteros que mi ex-novia estaba buscando una docena de brochetas. Para evitar peleas me fui por el camino más largo.

Reflexionando, no le veo tanta gracia atender una megaactividad navideña si no tienes con quién compartirla. Estar andando solitariamente por ahí dando tumbos mientras ves a familias felices cantando, comiendo y gozando te hace sentir bastante depresivo, mucho más si no tienes al buen amigo Alcohol. Yo mejor me quedo en casa a menos que tus panas te llamen y formen un bembé. Esa fiesta la contaré en otra ocasión.

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