lunes, 26 de diciembre de 2011

Atemblorizando a la #isladedios

atemblorizar: (verbo) comprende la acción de implementar la semilla del miedo, directa o indirectamente, antes o después de pasar un temblor o réplicas.
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Desde que el mundo es mundo, la Tierra ha estado liberando energía por medio del movimiento de las placas tectónicas, con intensidades de distintos tamaños. Pero cuando se sintió el tembleque en Haití (y dos meses más tarde aquí), los habitantes que les gusta atemblorizar a la #isladedios se han dividido en varias categorías al paso que los sismos han ocurrido.

Primero tenemos a los alarmistas, como la prensa, que festejan cada vez que viene uno de 3, 4, ó 5; porque saben que van a tener tela para cortar por al menos un mes, especialmente si es un día lento de noticias. Muchas veces llega a ser molestoso.

Otro tipo de alarmista es el fanático religioso hardcore, ese que en vez de rezar por el prójimo y predicar calmadamente y en anonimato, quiere con pasión que la gran sacudida llegue lo más rápido posible para jactarse y decir "¡Gristo Bino y jodió a Puerto Rico! ¡Pa' que vengan a relajar de nuevo, chorro e' cabrones!".

Existen muchos que parecen que se toman en serio la frase de reciente fama: "Puerto Rico tiembla, Facebook se convierte en iglesia".  Éstos son los que se jamaquea un chin y se convierten en los más religiosos; para luego de que la prensa les deje de acordar sobre los movimientos tectónicos, volver a las andanzas.

Seguido tenemos a los pseudo-profetas, que capitalizan con la inestabilidad nerviosa del pueblo,vaticinando  predicciones huecas, que son iguales de efectivas que decir que para una fecha desconocida mi estómago empezará a rugir y me pedirá alimento. Lo mismo ocurre aquí: mi estómago rugirá de hambre todos los días al igual que el planeta se menea todos los días, ambos con niveles de intensidad aleatorios. En cortas palabras, son eventos imposibles de evitar, pero exageran la predicción para intentar controlar las masas.

En fin, hay que estar alertas, conocer los procedimientos a la hora de ocurrir un sismo y conocer rutas de escape de emergencia. Recuerden que a la hora que de la verdad que tanto han predicho, no habrá impresora o computadora para publicar y/o comentar la noticia; y tanto creyentes y no-creyentes se van a ir por el mismo boquete. No hay que ser profeta para saberlo.

2 comentarios:

Eliezer Cancel dijo...

Jajaja me gusto tu estilo de escribir...

JavierOmar dijo...

Gracias. Mi forma de escribir es muchas veces hit-and-miss, pero cuando hay bastante inspiración y emoción a la hora de escribir, salen hasta palabras inventadas.

Saludos.