Highlight
Muchas han sido las veces en que este individuo ha sido cautivado por los encantos de una dama, la mayoría de las veces sin correspondencia.
Ocasionalmente, muchos piensan que soy sociablemente hábil con todo el mundo; pero cuando trato de conquistar, la tímidez que tengo desde la niñez empieza a inyectarme con awkward thinking moments, de tal manera que me quedo trabado sin poder hablar ni pío, y mucho menos espepitar el "te quiero mucho", especialmente en el mundo frío que es la universidad, dónde no tienes panas fuertes, sino amistades que ni se recuerdan de tí luego de un semestre.
Nunca me he sentido tan enamorado como ahora mismo estoy. Extraño es que esta vez es muy diferente a los otros enamoramientos: no siento esa sensación de lujuria. Diciendo la verdad, ella tiene un cuerpo estéticamente impecable, una figura de modelo de pasarela, el cual encuentro bello. Lo que realmente me cautivo fue su determinación e inteligencia.
Inicialmente me interesó que hubiese encontrado a ésta jóven que le interesaba la música retro, las matemáticas y que de prepa tomase Cálculo I como a mí. Es bueno conversar con ella pero siempre y cuando no esté en medio de sus estudios. La obseción nubló mi pensamiento de tal manera que estaba volviendome mas tostao que "El niño que enloqueció de amor". tanta fue la frustración que la musa empezó a volver.
Cada día que pasaba después del incidente pensaba más en ella. Poco a poco el estar juntándome había resultado en un intercambio de comportamientos, aquellos en que éramos diferentes. Mis ganas de estudiar habían resurgido de su aposento, y mi vagancia se transfería a su persona. Mis sospechas del viraje sentimental se realizaron cuando me entrega este poema para que lo verificara. Ese soneto sonaba ambigüo, no sé si era un mensaje para alejarme o acercarme. ¿Tan dificl desición se encontraba tejido entre su abab cdcd efef gg?
Ahora vamos a lo importante. Si estás leyendo esto quiero que sepas que esta confesión de amor es muy dificil ya que soy bastante reservado con mi vida. Estoy entre sollozos y soledad escribiendo esta epístola que ha sido dificil asimilar. Nunca se puede jugar seguro toda mi vida. Hay que apostar en el casino de la vida, y tu eres la croupier repartiendo la baraja de blackjack que decidirá si saldré trasquilao o con el jackpot.
Firma, un loco de la vida.
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