lunes, 19 de julio de 2010

Cuando El Encuevao tuvo que salir de la cueva...

Gracias a la tromba marina del sábado me quedé sin luz por 33 y 1/3 horas y fue una experiencia de las buenas.

El primer día estaba medio enzorrado y con ansias de que volviese la luz, la cual por muchos años no se iba por más de 12 horas. Entre la oscuridad, escuché Vid90 para mi dosis de jazz y empecé a leer un libro de acertijos para jumpear mi mente. Inclusive traté de comenzar lo que iba a ser la nueva entrada para el blog. Pero nada.

Ya estaba oscureciendo y me fui afuera a jugar con los animales mientras esperaba. Veo que la urbanización de al lado ya tenía luz, Lavadero también. la realidad: todos alrededro excepto un grupo de casas no tenía electricidad por un transformador averiado. Me enteré comiendo de Church's.

Comienza el domingo y ya estaba encabronao. Me salgo de casa y me llevo la silla y un libro y me voy a fuera a esperar a ver si volvía. Tras negociaciones, me convencieron de salir de la cueva a uno de los part time de mi padre, siendo handyman en una academia privada.

Coño, hasta yo puedo hacer una escuela si lo que necesito es una casa grande y uno de esas casas trailers (8 salones de la nada). Allá me jarté de pollo asado y pan de bollo con un toque de azucar. Inclusive la panadería en donde lo compramos te vende los sandwiches hasta en la libra de pan. Te digo una libra de pan lleno de tripleta con todo: priceless.

Tras ver que la directora de la escuela nunca llegó, decidmos irnos a casa de mi tía. Allá chequeé cinco minutos el Internet para ver si no ocurrió errores en el documento que estaba haciendo antes de la ventolera. Cuando estaba allá los otros días me entero que mi hermano siempre va a allá a comer, llega hoy a buscar la ropa de trabajo (no luz, no laundry) y dice que se quedaba a dormir en casa de tía. Imagínate un hombre de 20 años que todavía le tenga miedo a la oscuridad...

Entonces nos dirigimos a casa de mi abuela, ya que se iba pa los Niuyores a la medianoche. No hubo nada interesante, solamente ver las barrabasadas del gobernador en la inauguración de Mayagüez 2010. En el nombre de Wilkins, ¿que rayos presencié? Aplausos marca Aceite Friendo, animales raros, unos espermatozoides andantes cargando un carey, una gallina de palo con una silla de rueditas en el pecho, el Gobe viéndose más veces que Gilbertito, y para cerrar con broche de oro, la masa acéfala vestida de blanco se va a adorar a los dos bobolones llamados Wisin y Yandel, cagando de reggaetón tan magno evento. Al menos lo de los viejitos corriendo estuvo cool y los fuegos artificiales se podían ver desde la casa de mi abuela.

Tras ese desastre y un poco de risas con TVO, me despido y nos vamos a Walgreens pa' buscar un candungo de leche. Lo mejor que me compré con un peso fue esas Arizona con sabor a Maygüez. regresamos a la cueva y no pasó ni medio minuto y la luz vuelve. La algarabía se sintió por los cuatro puntos cardinales. Y me enchufé otra vez a ser El Encuevao.

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